Enciende el fuego
de la tarde,
descorre el polvoriento
telón de la nostalgia,
y junto a las fatigadas
brasas del día que se extingue,
tendámonos a esperar
la primera nube,
la primera gota de lluvia
que la tierra aún no sospechaba.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este poema me cae bien. Me imagino que es lo que sentiré cuando termine mi tesis.
ResponderEliminarTa bueno tu blog brother, pero tienes q ponerle más...como el poema de Azapa, q es mi favorito.
Besoos
Qué poema más sintético y evocador. Excelente trabajo.
ResponderEliminar